Diseñar, prototipar, validar y fabricar en serie un respirador para luchar contra el COVID-19, Freesterra – I, es la tarea contrarreloj que ha emprendido un consorcio industrial gallego, del que forma parte Cinfo.
Ante la necesidad urgente de equipos de respiración asistida y la dificultad de conseguirlos en el mercado, trabajan en un respirador que se pueda fabricar a gran escala pero que, a la vez, cumpla con los requisitos de funcionalidad y fiabilidad.
El proyecto no busca sólo un equipo para uso puntual en un traslado de un paciente, sino un respirador que pueda funcionar de manera ininterrumpida durante semanas.
Cinfo se ha sumado a este consorcio liderado por Bionix, del que también forman parte otras empresas como Electrónica y Comunicaciones, Dimalnox, 3Datlántico, Grupo Caamaño, Blanco Mayer y Tatoo Contract, además del Clúster TIC Galicia, el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) y el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga), así como una persona del departamento de Innovación de Cruz Roja de Galicia. También cuenta con la fundación Profesor Novoa Santos como socio estratégico enfocado a la implantación del dispositivo en infraestructuras sanitarias en situación de crisis.
Las restricciones de movilidad, la falta de stock en los fabricantes de componentes de uso sanitario y la saturación de las plataformas de transporte obligan, en muchas ocasiones, a buscar componentes alternativos fiables y seguros originados en otros campos, como la industria alimentaria, automovilística o pesquera.
De hecho, el proyecto cuenta con la aportación de un componente salido de la industria de la automoción: las válvulas de mezcla de aire para los respiradores, trabajo de tres empresas participantes en la aceleradora Business Factory Auto: Lupeon, Nort3D e Inmake.
Actualmente hay ya un primer prototipo de respirador en funcionamiento y se está trabajando en la validación del mismo con la fundación de investigación Profesor Novoa Santos.
La previsión es comenzar a fabricar en el plazo de un par de semanas y, una vez en marcha, comenzar a surtir allí donde sea necesario.